sábado, 19 de julio de 2008

Highlander

Más al norte aún el paisaje es parecido
La noche se hace de rogar y se marcha cuando apenas te roza
Alberto ha perdido lastre y se conduce ligero
Los aires de Edimburgo hacen tanto bien como los de nuestra tierra
Perder los cables o las ondas de ciudad capital agilizan el espíritu

Calentamiento rodeado de mujeres desinteresadas y dejamos la puerta atrás
Vuelos y fotografías nos lanzan al ruedo quizás un poco tarde
Sólo cinco minutos tarde y todos los teatros cierran la taquilla
Y esto es lo peor de esta antigua ciudad de piedra gris

Y al volver, un grupo, alrededor del banco, una guitarra sola
Oigan español! Acérquense! Almería, Santiago... y nosotros que aquí estamos
Cabo! Grandes ojos de Gata. La noche es breve, negro y en bucles los cabellos
De pronto desde el callejon... de quien es pues la guitarra
Piel morena en traje y rasgos generosos. Gesto de gentes, proceder de viajes

- De dónde eres?
- Yo de Cádiz; bueno, la verdad es que soy beduino

Y he aquí en tierra de faldas viriles que se arrancan unos duros antiguos
En nueva Orleans, en la casa del sol naciente
Una historia de amor al cantinero de cuba lo volvió malo
Palmas, psicodelia y son. Humo lento y a beber de la fuente

Un grupo de ratoncitas poco antes de la banda de trogloditas, qué viene después?
Tantos otros que van y vienen. Voceos y manos sin saber, pero voces
Unas diablesas y otros que de alli vienen que se quedan
Besos, ternura, derroche de notas, dónde dejé mi locura?

Tronco y raíces profundas en la tierra y sólo quiero respirar humo
El cante se va por triana y aquí estamos tocando panderetas
Estuvo bueno el rato, lindo conocerse... Buena noche, cuídense



Ando cerca de los sueños lúcidos cuando me echo a dormir
Y al comenzar los pasos de vuelta parezco despertar
Despierto de la consciencia, semáforo en rojo sobre la carretera